Dos Turati coincidieron en el tiempo en la Italia de principios del siglo XX. Uno, Filippo, fundó el Partido Socialista y otro, Augusto, fue secretario general del Partido Nacional Fascista. Sobre los hombros de este último, Augusto Turati, recayó el peso de una de las grandes obsesiones de Benito Mussolini: convertir la exhibición del físico en una de los orgullos del fascismo. El propio Duce, como es sabido, acostumbraba a pasearse sin camiseta con el pecho bronceado (costumbre que, sin bronceado por cuestiones culturales, ha continuado el presidente ruso Vladímir Putin; de tener ambos pelos en el pecho podrían encabezar la muy gallega categoría de peitolobos). Además de ser fascista, Turati tenía otro rasgo que no le iba a la zaga: era periodista y llegó a ser jefe de La Stampa. Pero de él, Mussolini admiraba su tercera vocación: la de deportista. Lo fue muchísimo, también en los despachos. Turati fue presidente de la Federación Italiana de Tenis, presidente de la Federación Italiana de Atletismo y presidente del Comité Olímpico Italiano, prácticamente el triatlón del canapé.
Atribución de la publicación original:
De: Portada de Deportes | EL PAÍS
Publicación: https://elpais.com/deportes/2018/11/29/actualidad/1543511883_230522.html#?ref=rss&format=simple&link=link
Autor/Editor: Manuel Jabois
URL: https://elpais.com/rss/deportes/portada.xml
Términos de búsqueda: Noticias, News, Venezuela, Mundo, World, Interesante, Deportes, Internacional, Ciencia, Gente, Entretenimiento
Fecha: November 29, 2018 at 06:18PM
https://ift.tt/eA8V8J
Haz clic en la imagen de abajo para ver otro de mis Blogs.
Encontraras mas publicaciones interesantes.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario